domingo, 24 de mayo de 2009



Después de 1945, Japón quedó destruido a consecuencia de la guerra, por lo que debió comenzar su reconstrucción. Para ello, envió a sus ingenieros y sus técnicos a occidente para aprender las características de los sistemas de fabricación que empleaban las compañías mas exitosas del mundo industrializado y además invitó a los mejores expertos de Europa y EE.UU. (entre ellos, Edward Deming) para que les enseñen todas las modernas técnicas de fabricación tendientes a lograr bajos costos y gran nivel de calidad.
En la década del 60, casi todas las
empresas japonesas están trabajando ya con los nuevos sistemas de manufactura y comenzaban a competir seriamente con los productos que tradicionalmente eran de manufactura europea o norteamericana.
Esta pérdida de
mercado hace que las empresas occidentales envíen a sus ingenieros a Japón para que estudien sus procesos de manufactura.
Ya en los setentas, Japón sigue desarrollando y volviendo mas eficaces sus sistemas productivos resultando cada vez mas competitivo en calidad,
costo, diversidad y cumplimiento en las entregas. Tanto Europa como los EE.UU. en base a lo aprendido de los modernos sistemas de manufactura japoneses comienzan a desarrollar modelos adaptados a sus respectivos países y a sus posibilidades con la intención de "interceptar" y sobrepasar a la industria japonesa en un período de tiempo lo mas corto posible.

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